El yogur de kéfir es un alimento probiótico vivo (Bibo). Se dice vivo, porque contiene muchas cepas de microorganismos que benefician al tracto digestivo. Estos microorganismos ayudan a digerir las grasas y carbohidratos que se ingieren, logrando así un correcto metabolismo, una mejora del sistema inmune y salud íntegra general.
¡Pruebe estas combinaciones!
Congele cubitos de yogur y mezcle en una licuadora con frutas ácidas y miel y obtenga un delicioso batido.
Coloque en un frasco con tapa una porción de frutas, luego otra de yogur, otra parte de avena o granola y algunos frutos secos, lleve y disfrute esta merienda rica y saludable en el trabajo, la universidad o el gimnasio.
Utilice el yogur como topping para humedecer sus preparaciones de panqueques.
Siga el procedimiento del smoothie, lleve a congelar y obtenga un helado, paleta/picolé o bolo bajo en grasas y deslactosado con yogur de kéfir.
Aproveche las frutas de la estación y descubra con qué frutas le gusta más.
Utilice el yogur en vez de leche para remojar la avena en la noche y al otro día agréguele jaleas y frutos secos para el desayuno.
Si busca mejorar su salud, pruebe un vaso (250 ml) en ayunas, antes de dormir o lejos de las comidas y benefíciese de todas las propiedades del yogur de kéfir.
Este producto restablece la flora intestinal en especial después de períodos de diarrea, ingesta de tratamientos con antibióticos, para lograr una buena digestión y absorción de los nutrientes. Esto se debe al hecho que el kéfir elimina de los intestinos microorganismos perjudiciales aumentando la población bacteriana benéfica y protectora de la salud.
Como antioxidante natural ayuda notablemente en la elaboración de colágeno, lo que favorece la elasticidad de la piel y mejora de su aspecto, colaborando en el control de las arrugas.
Con su función desintoxicante el cuerpo lleno de vitalidad, algo que se reflejará en la piel.
Debido a sus propiedades antivirales, antifúngicas, antisépticas y antibióticas, se considera un remedio natural y adecuado para prevenir problemas como las úlceras y la gastritis. Al contener triptófano, el kéfir tiene un efecto positivo sobre el sistema nervioso, ya que mejora los problemas para conciliar el sueño o profundizarlo y beneficia también a las personas que sufren de depresión.
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